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sábado, 18 de agosto de 2012

Se nos mueren las abejas

Sábado, 18 de agosto de 2012

Por Osvaldo Bayer

Desde Bonn, Alemania

Ese bicho tan trabajador y simpático (pese a sus picaduras), la abeja, está amenazado con desaparecer. Eso lo hemos logrado con el sistema económico que sólo quiere producir y obtener ganancias. Y que la sociedad consuma cada vez más, aunque por supuesto conservando la desigualdad social. La abeja. La miel.

Pero no sólo se trata de la miel. La abeja es esencial para la polinización.

La pronta desaparición de la abeja en el mundo acaba de anunciarla la oficina oficial de la Protección a la Naturaleza de Alemania. Se señala que en un futuro cercano desaparecerá más de un cincuenta por ciento de todas las clases de abejas en este país. Se calcula que existen 560 clases de abejas, además de la apis mellifera, la abeja de la miel. Y su más importante misión es, como decimos, la polinización de las flores. Por ejemplo, en Estados Unidos, empresas especializadas emplean esas abejas en forma industrial para la polinización de la alfalfa.

Sí, en todo el mundo están desapareciendo las abejas. Ya se ha anunciado esto en Japón, en China y en Egipto. El último estudio en Estados Unidos señala que allí ya han desaparecido (d-e-s-a-p-a-r-e-c-i-d-o) el treinta por ciento de las especies de esos himenópteros. Ellos son los más importantes "seres utilitarios" de la tierra. Se ha calculado que la utilidad que traen estos pequeños seres voladores a la agricultura europea es de 22 mil millones de euros por año. Y en el mundo, se calcula que llega a 153 mil millones de euros anuales. Lo que representa el 9,5 por ciento de los productos agrícolas.

Pero, aunque esa ganancia fuera menor, es mucho más importante el equilibrio de la naturaleza. Son las abejas que nos enseñan la laboriosidad y el trabajo de todos para todos. Sí, porque no sólo producen miel, sino que también polinizan manzanos, tomates, nogales, espárragos, pepinos y brócolis.

El biólogo alemán Paul Westrich señala que en Europa existen tres causas para la desaparición de las abejas. La más importante es la técnica agrícola de métodos cada vez más intensivos, especialmente por la gran cantidad de agroquímicos que se utilizan. Y hace hincapié también en que los jardines y las superficies convertidas en céspedes, que son rasurados por lo menos cinco veces al año, van haciendo desaparecer cada vez más las plantas y, con ellas, las flores. Y, por supuesto, en las extensiones cada vez más grandes de maíz y de soja, que no permiten la existencia de la mayoría de las clases de abejas. Recomienda no rasurar los céspedes con ninguna cortadora de pastos y dejar crecer todas las plantas silvestres con flores. Sugiere, además, como una sonrisa de consuelo, tener toda clase de plantas en los balcones.

Los seres humanos destruimos nuestra propia naturaleza y así nuestra calidad de vida. Las grandes ciudades tienen cada vez más autos, autos, autos... y además las centrales atómicas... y soja, soja, soja.

Y aquí debemos mirarnos al espejo y sonreír con ironía. Nos pusimos contentos, como seres humanos, cuando Alemania decidió este año aprobar el plan de eliminación de las centrales atómicas que posee. Claro, a muy largo plazo, pero por lo menos está el principio de pensar en las generaciones del futuro y no sólo en nosotros mismos. Pero esa alegría duró poco. Hasta que leímos en los diarios la declaración del brasileño Chico Whitaker, uno de los fundadores del Foro Social Mundial y ganador del Premio Nobel Alternativo por ser defensor de la ecología. En esa declaración primero felicita al pueblo alemán por haber logrado ese plan de terminar con las centrales atómicas. Sin embargo, muestra toda su ironía cuando señala: "Pero al mismo tiempo, Alemania vende un reactor atómico antiguo, en su poder, para que sea instalado en Brasil en una región siempre en peligro de sufrir terremotos". Y se pregunta con toda sorna, muy dolorido: "¿Acaso la energía atómica es mala para los alemanes pero suficientemente buena para los brasileños?". A partir de ese momento, los organismos alemanes defensores de la naturaleza han reaccionado con toda su fuerza contra ese proyecto. El Partido Verde, por ejemplo, señaló: "Primero están los negocios, luego los Derechos Humanos". Y quedó en descubierto ese doble juego.

Lo mismo sucede contra el proyecto de instalar una central atómica en la India, que está analizando el Ministerio de Economía alemán para respaldarlo con un crédito para su construcción, y en ese sentido se ha iniciado una gran protesta entre los organismos de derechos humanos germanos. También esas mismas organizaciones civiles están en contra de que Alemania financie y construya dos "fábricas de huevos" para gallinas ponedoras en Ucrania, una de las cuales contendrá cinco millones de esas aves (sí, repetimos, cinco millones) y la otra, tres millones. Cifras para no creer. La reacción de las organizaciones protectoras de animales y de trabajadores del campo germanas han reaccionado de inmediato en contra de que el gobierno lleve a cabo estos proyectos verdaderamente demoníacos. Dado que aquí, en Alemania, sólo se permiten pequeñas concentraciones de gallinas ponedoras y la prohibición de tenerlas en jaulas, es muy triste que se lleven a cabo en otros países donde justamente no están prohibidas esas realizaciones.

Además de estos proyectos, el diario alemán Frankfurter Rundschau ha denunciado que el gobierno federal alemán –de formación demócrata-cristiana y liberal– está examinando si apoya o no el pedido de créditos para la construcción de varias centrales atómicas en la República Checa apenas a 60 kilómetros de territorio alemán; la financiación de la central atómica de Wylfa (Gran Bretaña), dos en Finlandia y otra en Hainan (China).

Ojalá que las organizaciones de base del pueblo alemán logren con sus acciones hacer desistir a las autoridades estatales de llevar a cabo esos proyectos. Sería terminar con una política de cinismo puro.

Es que, como decían los libertarios de principios del siglo pasado, el futuro del mundo está en los movimientos populares, formados desde abajo, desde la más intensiva preocupación por la salud, la paz y la justicia social. Y en eso debemos traer el ejemplo del triunfo de la Etica en otras cosas que dejan en claro los errores cometidos contra precisamente esa Etica en la Historia. Por ejemplo, aquí, en Alemania, en la localidad de Kyffhäuser, ha comenzado el accionar de actos públicos para que se quite de ese lugar el monumento al mariscal Hindenburg, quien siendo presidente de la República le abrió las puertas a Adolf Hitler a fin de que tomara las riendas del gobierno. Y así comenzó la tragedia histórica más grande de Alemania. Además, Hindenburg fue uno de los ejecutores fundamentales de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que como resultado trajo la muerte violenta de millones de jóvenes soldados.

En ese sentido, cambiando ya de continente, saludamos el accionar de quienes en nuestra querida tierra argentina, en la ciudad de Carlos Paz, han solicitado al Concejo Deliberante eliminar el nombre de una de las calles principales llamada General Roca. Y en Luján, por iniciativa del historiador Federico Suárez, se ha pedido también cambiar de una de sus calles el nombre de Roca por el de Cacique Calelian. Es decir, otros NO, bien justos, contra el genocida de las poblaciones autóctonas de esas latitudes.

Parece que el ejemplo cunde. Y repetimos algo que nos gusta decir con orgullo y esperanza para la paz del mundo: "Finalmente, la Etica siempre triunfa, aunque deban transcurrir para ello muchísimos años". Ojalá que el mundo alguna vez llegue a basarse en estos principios y lograr por fin la Paz Perpetua, con la que soñaba el filósofo Kant.

Por eso, ahora hay que luchar para que no se acaben las abejas y dejemos de tener miel. Miel, la bella palabra.

sábado, 4 de agosto de 2012

Chile: Miel ha sido afectada por semilleros transgénicos en volúmenes y retornos

Publicado en Lunes, 30 Julio 2012 02:07
Escrito por José Luis Montes

Valor del producto chileno ha bajado de US  $3,72 el kilo a US$ 2,98, en los primeros meses.

Un reciente informe de la Oficina de Estudios y Politicas Agrarias del Ministerio de Agricultura, Odepa,  analizó el impacto que está teniendo sobre Chile y el mundo, el tema de las mieles con polen transgénico en las exportaciones. El tema resulta muy relevante para Ñuble y la Octava Región, que es la principal zona productora del país de productos de la colmena.
"En 2012 los montos mensuales partieron muy bajos en febrero y marzo, pero paulatinamente se están acercando a los volúmenes mensuales exportados en una temporada normal. Sin embargo, en las cifras acumuladas a mayo de 2012 se observa un descenso de 44% en valor y 31% en volumen, lo que implica que el precio medio ha bajado desde US$ 3,72/kg a US$ 2,98/kg en el período", señala Odepa.
Tan pronto como apareció este tema de las mieles transgénicas en la Unión Europea a mediados del 2011, nuestras exportaciones se comenzaron a resentir. El problema es que si bien Chile no permite la producción de productos agrícolas genéticamente modificados, si produce semillas transgénicas para la exportación, que están causando problemas a los apicultores que están en la vecindad.
El país produce entre 7 y 11 mil toneladas de este producto al año, que se exportan en 85 por ciento en forma histórica a la Unión Europea, principalmente a Alemania. Afortunadamente el país venía desde hace varios años trabajando en el tema de trazabilidad y tiene a la totalidad de apicultores que producen para la exportación inscritos en el Registro de Apicultores de Miel de Exportación (Ramex), el cual es administrado por el SAG, lo que ha permitido una comunicación más fluida con los productores, estableciendo un sistema de información sobre la ubicación de los cultivos transgénicos para informar a los apicultores, como también ha trabajado para el establecimiento de metodologías analíticas para determinar presencia de polen con trazas trangénicas en mieles.
A nivel país equipos técnicos del Ministerio de Agricultura se abocaron a recabar antecedentes en coordinación con Prochile y Direcon, evaluando escenarios y pasos para seguir participando en reuniones con los representantes de los países involucrados. En referencia a la postura de Chile frente a esta coyuntura, ha sido de cautela, a la espera de la opinión de más países y en consideración a las buenas relaciones con la UE, situación que se mantiene hasta la fecha, señala Odepa.
Tambien se ha desarrollado a nivel doméstico una serie de coordinaciones público-privadas con representantes de organizaciones del sector apícola. Durante 2012 Indap dio instrucción técnica a todos los consultores de los Servicios de Asistencia Técnica para entregar a sus usuarios apícolas información sobre la posición relativa de sus apiarios respecto de cultivos genéticamente modificados autorizados por el SAG, usando para ello el Sistema Geográfico de Consulta Apícola Nacional.

Fuente: http://www.diarioladiscusion.cl

FUMIGACIONES: Un delito de lesa humanidad

Miércoles, 01 de Agosto de 2012

PEREZ ESQUIVEL Y LAS FUMIGACIONES: 

Un delito de lesa humanidad 

Las consecuencias que producen las fumigaciones sobre la salud y la vida de las personas expuestas involuntariamente a estas prácticas poseen la suficiente entidad como para ser calificadas como crímenes de lesa humanidad. Adolfo Pérez Esquivel.

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31 de julio de 2012 (http://www.lavoz.com.ar).-

El caso de barrio Ituzaingó Anexo, en la ciudad de Córdoba, o juicio a las fumigaciones, posee la enorme virtud no sólo de haber puesto en el banquillo de los acusados a dos productores sojeros y un empresario de la aeroaplicación sindicados de ser supuestamente responsables del delito de contaminación ambiental en los términos de la ley 24.051. Además, ha permitido vislumbrar en toda su magnitud la discusión sobre el actual modelo de producción agropecuaria basado sobre la utilización del paquete tecnológico compuesto por soja transgénica más productos agrotóxicos.
Este "modelo de producción" es cuestionado de manera profunda y fundada por la sociedad civil, principalmente por vecinos que habitan cerca de los predios rurales explotados con cultivos de soja, organizaciones ambientales, movimientos campesinos y pueblos originarios.
Ellos advierten y denuncian en forma enfática la aparición inusitada de enfermedades graves -como malformaciones, cánceres, leucemia, lupus, abortos espontáneos, fisura palatina, etcétera- asociadas con el uso creciente e intensivo de estos productos agrotóxicos.
Las favorables condiciones externas y los precios internacionales dieron lugar al pujante negocio de la "sojización", es decir, el proceso de pasar de cero a 18 millones de hectáreas cultivadas, de cero a 50 millones de toneladas, de cero a 20 mil millones de dólares de exportación, y de un consumo de cero a 200 millones de litros anuales de glifosato.
Pero lo que resulta alarmante es la contracara de este proceso, representada por la aparición y el incremento de enfermedades graves asociadas con el uso intensivo y creciente de los productos agrotóxicos, el desmonte y la desaparición de los bosques nativos, el despojo de campesinos y pueblos originarios. Todo lo cual viola derechos humanos fundamentales, como el derecho a la salud, a la vida, a vivir en un ambiente sano y a la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que ocupa esa gente.


Víctimas. La Red Agroforestal precisa que en el Chaco argentino se contabilizan 11,4 millones de hectáreas en disputa, y en todo el país existen víctimas de la violación a los derechos territoriales, como los siguientes casos:
Sandra Juárez murió frente a una topadora el 13 de marzo de 2010, en el paraje campesino de San Nicolás (Santiago del Estero); tenía 33 años y dos hijos.
Javier Chocobar, comunero diaguita de comunidad Chuschagasta (Tucumán), fue asesinado el 12 de octubre de 2009 por ex policías y un empresario que pretendían hacer uso de una cantera dentro del territorio comunitario.
Roberto López, miembro de la comunidad Potae Napocna Navogoh (La Primavera, de Formosa), fue asesinado en la represión policial del 23 de noviembre de 2010.
Cristian Ferreyra, 23 años, militante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase-Vía Campesina), fue asesinado el 16 de noviembre de 2011 en el paraje San Antonio, en el norte de esa provincia.
Barrio Ituzaingó Anexo: más de 100 vecinos muertos por cáncer (tasa de muerte por cáncer, 33 por ciento; en Argentina, 18 por ciento); el 80 por ciento de niños del barrio tienen agrotóxicos en la sangre.
Por su parte, la subsecretaría de Agricultura Familiar, en un relevamiento de apenas tres meses, constató la existencia de "857 conflictos de tierra en todo el país, que afectan a 63.843 familias e involucran 9,3 millones de hectáreas". Todos los conflictos por tierras obedecen al corrimiento de la frontera agropecuaria en la Argentina.


Objetivo ilógico. La superficie en disputa alcanza los 11,4 millones de hectáreas y son afectados 1,6 millón de personas. Sumado a ello, el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA), presentado recientemente por el Gobierno nacional, entre otros objetivos, se plantea aumentar la producción granaria un 60 por ciento. Esto es, pasar de los 100 millones de toneladas actuales a 160 millones para 2020. Reconoce la necesidad de avanzar sobre nuevos territorios. Desmontes, uso de agrotóxicos, conflictos territoriales y desalojos son las consecuencias más predecibles.
Por eso nos preguntamos: ¿cuántos hermanos más deben morir para acabar con este modelo de producción que cada día enferma y mata a más gente? Más específicamente, en materia de fumigaciones se estima que son 12 millones de personas las que se encuentran expuestas de modo directo, sistemático, repetitivo y generalizado a los agrotóxicos, cuyas consecuencias en la salud y el ambiente se están discutiendo por estos días en sede judicial en la ciudad de Córdoba, en el marco de la denominada "Causa de barrio Ituzaingó Anexo".


Crímenes
. Por todo ello, decimos que las consecuencias que producen las fumigaciones sobre la salud y la vida de las personas expuestas involuntariamente a estas prácticas poseen la suficiente entidad como para ser calificadas como crímenes de lesa humanidad. Ello por cuanto se trata de actos serios de violencia que dañan a los seres humanos privándolos de lo más esencial: su vida, su libertad, su bienestar psíquico, su salud y/o dignidad. Son actos que, por su extensión y gravedad, van más allá de los límites tolerables por la comunidad internacional.
En tal sentido, podemos afirmar con claridad que los elementos comunes a todos los crímenes de lesa humanidad están igualmente presentes en el caso de las fumigaciones.
Ataque repetitivo, sistemático y generalizado: las fumigaciones implican, entonces, una serie de actos, sostenidos en el tiempo, no menos de tres por cosecha, realizados en contra de la voluntad de ciudadanos que viven cerca de los campos sembrados con soja. Dicha línea de conducta afecta anualmente a miles de víctimas en el mundo, sin distinguir raza, sexo y edad, y se lleva a cabo conforme con la logística diseñada por organizaciones transnacionales dedicadas al comercio de estos paquetes tecnológicos (soja transgénica y glifosato).
Contra una población civil: las fumigaciones afectan a un extenso grupo humano, sin distinción de credo, raza y edad.
Importa el traslado forzoso de la población civil rural, campesina y pueblos originarios hacia centros urbanos o más alejados de su hábitat natural, con el propósito de escapar a estas agresiones, abandonando su centro de vida, su cultura, etcétera, condenándolos al desarraigo más encarnizado.
En definitiva, es imprescindible abandonar el actual modelo de producción que sólo persigue la maximización de las ganancias por parte de las empresas multinacionales, empresarios sojeros y pools de siembra, en detrimento de la salud pública de todos los habitantes y del medio ambiente en general.


Fuente: http://www.agenciawalsh.org

Científicos y organizaciones exigen etiquetado obligatorio de alimentos transgénicos.

"¿Qué comes en Uruguay? ¿Sabés?" fue el nombre del segundo seminario local de la organización Slow Food sobre la necesidad de un etiquetado obligatorio de los alimentos transgénicos en Uruguay. ¿Cuáles son las razones para negarlo? Al parecer, la capacidad técnica de los científicos uruguayos para evaluar los riesgos de los eventos transgénicos no es suficiente para el Estado porque Argentina, principal proveedor de alimentos del país, tiene etiquetado voluntario. Falta voluntad política para cumplir la ley de Derechos del Consumidor.

Quizá desde que Estados Unidos dio tregua a la prohibición de etiquetar los alimentos transgénicos, y con ello a las amenazas a los países que lo promovían, le sea más fácil a Uruguay decidir su proceder. En aquel país argumentaban con el principio de equivalencia sustancial, por el cual los alimentos eran considerados iguales aun si tenían una pequeña cualidad diferente. ¿Qué opción tienen los consumidores mientras tanto? "Exigir un etiquetado y no consumir alimentos que ya sabemos que tienen transgénicos es una forma de hacer política en nuestras cocinas", sentenció Laura Rosano, representante de la organización.

Claudio Martínez Debat, licenciado en Biología Molecular y Celular, representa a la Universidad de la República (Udelar) en el comité de articulación interinstitucional que estudia, aprueba y reglamenta el ingreso de alimentos transgénicos. "El vegetal transgénico viene acompañado de un paquete agrotecnológico altamente dependiente del uso de agrotóxicos como el glifosato". La Intendencia de Montevideo, preocupada por la situación, compró un instrumento para analizar la presencia del agroquímico en alimentos disponibles en el Mercado Modelo.

Carlos Pereyra, director de Consumidores y Usuarios Asociados (CUA), llamó a los presentes a luchar por el etiquetado. "Somos consumidores todos los días", recordó, anunciando que la organización iniciará un juicio público contra el Área de Defensa del Consumidor del Ministerio de Economía y Finanzas porque no exige el cumplimiento de la obligatoriedad del etiquetado vigente en la ley 17.250.

El martes cerró una consulta pública sobre la liberación de nuevos eventos transgénicos, de la que aún no se pudo obtener datos y que al parecer tuvo escasa difusión. El Estado uruguayo carece de informes propios sobre la evaluación de riesgos y se basa en el discurso de las empresas para aprobar eventos transgénicos. Pero también hace acuerdos como el que se firmó entre el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Monsanto, por el cual el organismo se compromete a incidir para modificar la legislación en el sentido de patentar y comercializar genes en Uruguay, y que impide al país vender esas semillas transgénicas a países que no tengan leyes similares.

Según Pablo Galeano, licenciado en Bioquímica de la Udelar, la tendencia en Uruguay a plantar trigo asociado con pradera finalizó con el auge de la soja: se pasó de 45% del área plantada por ese mecanismo a 3%. ¿Por qué? La pradera fue sustituida por la soja. Cotizada al alza y con récords históricos, su precio por tonelada alcanzó los 610 dólares. Al revés de lo que siempre se creyó, agricultura no implica mayor demanda de trabajo. Por el contrario, la ganadería y la agricultura de transgénicos igualan la demanda de mano de obra, con lo que los sistemas agrícolas se homogeneizan. La biotecnología daría soluciones prácticas para los productores. Sin embargo, el crecimiento del área plantada con soja se debe a que sólo 150 productores manejan 70% del área. Las soluciones llegaron para los jefes de siembra que no viven en el campo y aportan capital, pero no para el productor real.

Los consumidores corren la misma suerte que los productores pequeños. Aquellos que pueden acceder a alimentos de mayor calidad u orgánicos correrán mejor suerte, como los grandes productores. Pero, ¿qué sucede con aquellos consumidores que desconocen el tema, que se alimentan con salsas de tomate de diez pesos estiradas con puré de soja? En su producción y comercialización, la lógica impartida por las empresas de biotecnología y amparada por los gobiernos por no promover el etiquetado perjudica siempre al más vulnerable.

Laura Rey

EL VERDADERO PELIGRO DE LOS TRANSGENICOS

SI NO ACTUAMOS MORIREMOS MUCHOS EN LA RULETA GENETICA